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 ALBERTO LETAMENDI        Pintura / Escultura

ELKARRI BEGIRA

 

Toda forma de violencia es grave para quien la padece, porque vulnera injustamente sus más básicos derechos. El responsable es quien la ejerce. Pero cuando de entre las múltiples formas en que puede concretarse la violencia, lo hace gravemente con una forma específica y constante, víctima y victimario apelan también a un contexto con profundas raíces enfermas que hay que sanar. Iniciar un proceso para lograr un sincero acuerdo social que lo consiga no es tarea fácil. Mirarnos y reconocernos, asumir una u otra cara de esta relación, a veces ambas. Pero la convivencia es deseable e imprescindible y este proceso necesario si queremos que nuestras vidas y las de las siguientes generaciones discurran de forma segura erradicando la violencia. Venga de donde venga. La sufra quien la sufra.

 

Este es el propósito que inspira la escultura “ELKARRI BEGIRA”, como ese lugar de encuentro al que nos dirigimos dañados, dañadas, pero en el que quienes formamos esta sociedad podamos construir una convivencia nueva, sanada, libre de toda forma de violencia.

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